Calidad de agua para la producción de especies animales tradicionales y
no tradicionales
INTRODUCCIÓN
La calidad de agua es un factor determinante de la
producción de especies animales tradicionales y no tradicionales, debido a su
relación con los requerimientos nutricionales de cada especie.
El desarrollo socioeconómico de muchas regiones
está estrechamente vinculado con la expansión de las actividades agropecuarias,
en especial, la producción animal. Independientemente de la especie en
cuestión, el desarrollo óptimo de dicha actividad requiere diferentes insumos.
Entre estos, el agua ocupa un lugar destacado pues debe existir una provisión
adecuada en cantidad y calidad para cubrir los requerimientos de cada especie
animal.
El conocimiento de los factores que determinan la
calidad del agua, vinculados con las necesidades de los animales para la
producción y la salud, permiten evaluar el recurso agua con fines productivos.
Los criterios que habitualmente se tienen en cuenta para la determinación de la
calidad del agua de bebida son sus características fisicoquímicas y
organolépticas, la presencia de compuestos tóxicos, el exceso de minerales y la
presencia de bacterias patógenas (NRC, 2001).
EL AGUA EN LA PRODUCCIÓN GANADERA
Existen factores que inciden sobre el nivel de
tolerancia de una determinada especie a la concentración de las distintas
sales, lo cual tiene incidencia sobre la salud del animal y disminuye los
niveles de consumo. Entre estos factores se encuentra la raza, edad, estado
fisiológico y peso, temperatura ambiente, nivel y tipo de producción y
composición del alimento.
En producción ganadera, el agua se utiliza
fundamentalmente para el aprovisionamiento de los animales, siendo los
requerimientos muy variables en función de la especie animal, las condiciones
ambientales y los distintos sistemas de producción.
La producción lechera es, entre las actividades
ganaderas, una de las que demanda mayor cantidad de agua, no sólo para bebida
animal, sino también para la higiene del tambo, de la máquina de ordeñe y para
el enfriado de la leche. En rodeos lecheros de alto rendimiento se observa que
la producción de leche es significativamente mayor cuando el agua está a
disposición constantemente que cuando se administra una sola vez al día, ya que
en el primer caso toman más agua. Esto se nota más en las vacas de alta
producción, donde una disminución del 1.3% en la ingesta normal de agua puede
provocar un descenso de la producción de leche del 7.5% (Jones, 2000; Bavera,
2001).
Los animales en ordeñe requieren una elevada
disponibilidad de agua de bebida de buena calidad, con relación al peso
corporal, (el consumo puede superar los 150 L/día) debido a que el agua
representa un 87% de la composición final de la leche producida. La vaca
lechera de alta producción es la más sensible a los cambios en la salinidad del
agua, tolerando un 30-40% menos que las vacas de cría (Bavera, 2001).
CALIDAD DE AGUA EN PRODUCCIONES ANIMALES
TRADICIONALES: PRODUCCIÓN BOVINA
Diferentes autores han estudiado cuestiones
vinculadas a la calidad de agua de bebida para las producciones animales
tradicionales (Sager, 2000; Bavera , 2001; Iramain , 2001; Pérez Carrera &
Fernández Cirelli, 2004; Pérez Carrera ., 2007). En los últimos años, el
incremento en la demanda del recurso agua y la escasez y deterioro de su
calidad han puesto de manifiesto la necesidad de evaluar la calidad y
disponibilidad del recurso a fin de garantizar el desarrollo productivo.
El desarrollo de la ganadería está íntimamente
ligado a la disponibilidad y calidad del agua utilizada para el abastecimiento
de los animales y, en el caso particular de la producción de leche, al agua
utilizada para la limpieza de instalaciones y maquinarias. Existen regiones en
las cuales las actividades ganaderas sufren limitaciones debido a la calidad
del agua. Los principales problemas son la salinidad y la presencia de
elementos tóxicos que pueden ser de origen antrópico, como los nitratos, o de
origen natural, como el arsénico y el flúor
El ganado bovino es capaz de adaptarse al consumo
de diferentes tipos de agua, sin embargo, las alteraciones en la calidad
producidas por una excesiva concentración de sales o elementos químicos,
producen disminución en la producción e impacto en la salud del ganado, con las
consecuentes pérdidas económicas para el productor (Grant, 1996).
Los distintos sistemas de producción de ganado
utilizan categorías de animales diferentes con distintos requerimientos de
alimento y calidad de agua de bebida. La vaca lechera de alta producción es la
más sensible a los cambios en la salinidad del agua, tolerando un 30-40% menos
que las vacas de cría (Bavera ., 2001). Los animales en ordeñe requieren una
elevada disponibilidad de agua de bebida de buena calidad, en relación al peso
corporal, (el consumo puede superar los 150 L/día) debido a que el agua
representa un 87% de la composición final de la leche producida.
El consumo de agua está influenciado por una serie
de factores dependientes del animal (tasa metabólica, calor producido, raza,
sexo, estado fisiológico y variación individual), de la dieta (porcentaje de
materia seca de la ración, tipo de alimento, disponibilidad, temperatura y
sales del agua de bebida) y del ambiente (temperatura, vientos y humedad).
La composición mineral del agua de bebida influye
no sólo sobre la ingesta de agua sino también de alimento, condicionando de
esta manera los niveles productivos alcanzados.
El agua no es considerada habitualmente como fuente
de minerales, aunque en el caso de los bovinos puede aportar hasta un 20% del
Ca, 11% del Mg, 35% del Na y 28% del S requeridos en la dieta (NAS, 1974). En
muchos casos el aporte de minerales del agua adquiere importancia productiva en
la dieta y debería considerarse a la hora de formular las raciones (Bavera ,
2001).
CALIDAD DEL AGUA EN LAS PRODUCCIONES NO
TRADICIONALES: ACUICULTURA
La calidad de agua también es determinante en
producciones no tradicionales, pero de importante desarrollo en los últimos
años, como las de especies acuáticas donde es el eje central de su desarrollo,
ya que la acuicultura está estrechamente relacionada con la disponibilidad y
calidad del agua utilizada para la cría de peces. Cualquier cambio en los parámetros
físico-químicos (pH, temperatura, conductividad, oxígeno disuelto, nitritos,
nitratos, entre otros) puede provocar una disminución en la producción e
inclusive una pérdida total. Si bien los parámetros más importantes que afectan
directamente a los animales con consecuencias importantes en corto plazo son el
oxígeno disuelto y las especies nitrogenadas, también existen otros parámetros
que generan inconvenientes en el largo plazo.
Un ejemplo de esto son los metales pesados (Cr, Cd,
Pb, entre otros) que pueden perjudicar la producción y muchas veces son
subestimados. Estos metales pueden acumularse produciendo un incremento en la
concentración en los tejidos de los peces, que puede perjudicar la calidad del
producto y traer consecuencias para la salud humana en el caso de su consumo.
Los metales pesados pueden ser asimilados por los peces ya sea por su presencia
en el agua como por su presencia en el alimento suministrado. Con respecto a
las fuentes de agua, los establecimientos que presentan fuentes de agua
superficial tienen mayor variabilidad de calidad de agua ya que están más
expuestos a los factores climáticos preponderantes como lluvias, sequías,
derrames de sustancias tóxicas, etc.
CONSIDERACIONES FINALES
La calidad de agua es fundamental para todas las
producciones animales, sean tradicionales o no tradicionales, ya que la misma
garantiza el cumplimiento de los requerimientos nutricionales de las especies y
su adecuada calidad para el consumo humano.
En los sistemas ganaderos tradicionales,
especialmente aquellos de carne y leche bovinas, el agua de bebida es uno de
los nutrientes más importantes y, probablemente, el menos considerado de la
dieta de los animales.
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